María Estela Martínez de Perón, alias Isabelita , no tendrá descanso en su peregrinaje por la Audiencia Nacional madrileña. Otro juez argentino, Norberto Oyarbide, quiere arrestarla e interrogarla por los 1.500 asesinatos cometidos durante su Gobierno (1974-76) por la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), el grupo paramilitar que manejó su ministro José López Rega.

"La próxima semana habrá novedades", dijo ayer Oyarbide. El juez ya detuvo a cuatro importantes esbirros de la Triple A, entre ellos al excomisario Rodolfo Eduardo Almirón, brazo derecho de Lopecito hasta que huyó con él a España, donde pasó a custodiar las espaldas de Manuel Fraga Iribarne. El magistrado tenía desde hacía varios días preparada la orden de arresto de la viuda de Juan Perón. Sin embargo, le ganó la mano otro juez, Héctor Raúl Acosta, que investiga dos asesinatos en los últimos meses de su gestión.

La Triple A se fundó en 1973, cuando la lucha entre peronistas de izquierda y derecha se tiñó de sangre. Unos y otros morían vivando a su líder, a quien se le atribuye la idea de tener una fuerza de choque que disciplinara a los Montoneros, la guerrilla urbana que le pedía acelerar el camino al "socialismo nacional". Y aunque algunos peronistas aseguran que eso no es cierto, fue Perón quien nombró al nacional socialista Alberto Villar como jefe de la policía, ascendió a Almirón de suboficial a comisario y a López Rega, que era cabo, a comisario general. Ese es el núcleo de la Triple A, que se nutrió de sanguinarios represores, nazis confesos y lúmpenes. Su primer blanco fue el senador de la Unión Cívica Radical (UCR) y abogado de presos políticos, Hipólito Solari Irigoyen. Una bomba en su coche le destrozó las piernas. Se salvó de milagro. Con el diputado izquierdista Rodolfo Ortega Peña ya no erraron. Lo fusilaron en Buenos Aires, el 31 de julio de 1974.

A partir de ese momento, la Triple A fue una amenaza y una realidad. Dejaba sus esquelas con los nombres de los asesinados y anunciaba quiénes serían los próximos. El actor Héctor Alterio, que había protagonizado La Patagonia rebelde , una película censurada por reivindicar la historia de la lucha anarquista, tuvo que exiliarse en España.

CON CONOCIMIENTO El poder de López Rega crecía sobre los cadáveres que dejaba. Los memoriosos dicen que es imposible que Isabelita desconociera lo que hacía. Existen testimonios de que ella participó de una reunión en la que se decidió un asesinato. Las protestas populares de 1975 sacaron a Lopecito del Gobierno. La presidenta lo nombró embajador plenipotenciario. Llegó a Madrid y se esfumó (fue detenido en 1987).