Activistas de los Muyahidines del Pueblo siguieron protestando ayer por la detención en Francia de su presidenta, Mariam Radjavi, y de varios de sus responsables, con tres nuevas inmolaciones ante las embajadas de Francia en Roma y Berna. La prefectura de París optó por prohibir las manifestaciones ante la sede del contraespionaje francés para evitar más intentos de sacrificio a lo bonzo. Una de las mujeres que se inmoló el miércoles falleció ayer, mientras la policía realizó cerca de 200 detenciones preventivas.

El primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, justificó la intervención contra la sede del movimiento opositor en Auvers- sur-Oise en nombre del "interés nacional" en "un periodo de fuerte agitación". La figura emblemática del movimiento, Mariam Radjavi, hizo un llamamiento para que sus simpatizantes dejen de inmolarse. "Me sorprende saber que algunos han llegado a la inmolación; parad, por favor!", imploró en un comunicado.

Sin embargo, sus seguidores no le hicieron caso, puesto que ante la Embajada de Francia en Roma, otros dos simpatizantes intentaron convertirse ayer en antorchas humanas. También hubo un intento de sacrificio ante la representación diplomática francesa en Berna, que no tuvo consecuencias fatales debido a la intervención de los bomberos, que se encontraban ya en estado de alerta. Paralelamente, la policía francesa registró de nuevo la urbanización que servía de sede a los muyahidines en Auvers-sur-Oise.