El presidente francés, Jaques Chirac, se mostró ayer intransigente en la defensa de la Política Agraria Común (PAC) y endureció su pulso con el primer ministro británico, Tony Blair, a quien responsabilizó por anticipado del fracaso de la cita.

El eje franco-alemán

La PAC fue creada en 1962 sobre la base de un acuerdo franco-alemán. Al final de la posguerra, Francia aceptó suprimir los aranceles aduaneros sobre los productos industriales alemanes, a condición de que Europa financiara la modernización de su agricultura.

Los objetivos de la PAC eran entonces garantizar el autoabastecimiento europeo y asegurar unos ingresos equitativos a los agricultores. Los productos lácteos, bovinos y cereales se beneficiaron de apoyos financieros.

El pilar de la PAC es la preferencia comunitaria: las barreras aduaneras en la antigua Comunidad Económica Europea --formada por Francia, Alemania, Italia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo-- fueron suprimidas y las importaciones fueron sometidas a una tarifa aduanera común.

Contraria a Londres

Cuando Gran Bretaña negoció su entrada en Europa, se encontró con una PAC contraria a sus intereses y que representaba entonces el 90% del presupuesto europeo. El interés de los británicos era seguir aprovisionándose en el mercado mundial más barato y en las condiciones especiales que le ofrecían los países de la Commonwealth.

La Francia de Georges Pompidou forzó al primer ministro británico conservador de la época, Edward Heath, a aceptar la preferencia comunitaria como llave de entrada en la CEE, en 1973, junto Irlanda y Dinamarca, otro gran proveedor del Reino Unido. Los sucesivos gobiernos británicos insistieron en la necesidad de revisar la PAC y, gracias a la tenacidad de Margaret Thatcher, Londres consiguió recuperar parte de su contribución presupuestaria gracias al célebre cheque británico . La principal justificación de esta devolución fue que Londres recibía poco de la PAC. Francia es todavía hoy el principal beneficiario de las ayudas agrarias: el año pasado recibió 9.389 millones de euros (1,5 billones de pesetas).

Los sucesivos gobiernos británicos han reclamado una reforma de la PAC y, poco a poco, lo han ido consiguiendo. El sistema de los precios garantizados a los agricultores, inventado por Francia, se ha ido sustituyendo por las ayudas directas, preferidas por Gran Bretaña. Con todo, la PAC sigue representando más del 40% del presupuesto europeo.

El caso de España

España es, después de Francia, el segundo país de la Unión Europea que más fondos recibe de la PAC (6.319 millones de euros, un billón de pesetas). Le siguen Alemania (6.035 millones de euros) e Italia (6.023 millones). Fuentes de la delegación española minimizaron ayer el efecto que tendrá en la política agraria la incorporación de Rumanía y Bulgaria.

El gasto previsto de ambos países para esa política asciende a 8.000 millones de euros y se espera que cuenten, además, con una aportación adicional de fondos. Con una dotación comunitaria de 3.987 millones de euros para la agricultura, el Reino Unido recibe cinco veces más ayudas por agricultor que España.