Las negociaciones de la cumbre europea fueron protagonizadas durante toda la jornada por los grandes países de la UE, en especial la presidencia británica, Alemania y Francia, que mantuvieron encuentros bilaterales y trilaterales. Las reuniones plenarias de los Veinticinco fueron mínimas hasta entrada la noche y sólo tuvieron lugar durante las comidas comunes. Los otros países, sobre todo los miembros del Este, sólo fueron consultados ocasionalmente.