El éxito obtenido por Nicolas Sarkozy con la liberación por Libia de las cinco enfermeras y un médico búlgaros se le está volviendo en contra a medida que crece la polémica por la existencia de pactos ocultos de venta de armas al régimen del coronel Muamar Gadafi. Libia ha confirmado la existencia de dos contratos por un valor cercano a los 300 millones de euros, mientras el Partido Socialista francés (PS) presentaba ayer la solicitud para constituir una comisión parlamentaria de investigación.

Tras varios días de negativas, el portavoz del Elíseo, David Martinon, declaró el jueves por la noche, después de que una fuente anónima oficial libia confirmara los contratos: "Imagino que es verdad, pero no lo confirmo... No es mi trabajo comentar los contratos comerciales". La línea de defensa consiste ahora en aceptar la existencia de los contratos, pero desvincularlos de la liberación de las enfermeras. Sin embargo, ayer aún hubo contradicciones.

CONFIRMACIONES Confirmando las declaraciones de Saif al Islam Gadafi, hijo del coronel libio, las autoridades de Trípoli han explicado que se trata de dos contratos con la empresa MBDA, filial de EADS, el consorcio franco-alemán matriz de Airbus que tiene una división de defensa. El primero se refiere a la venta de misiles anticarro Milan por 168 millones de euros y el segundo es un contrato de un sistema Tetra de comunicación por radio por 128 millones de euros. Son los primeros contratos de armamento de Libia desde que se levantó el embargo en el 2004.

La venta de armas se suma al pacto para construir una central nuclear en Libia dotada de un reactor para desalinizar agua del mar, del que sí se informó, aunque el hijo de Gadafi habló de usar la instalación para vender electricidad a Italia. Saif al Islam Gadafi comentó que Francia se había comprometido a reconstruir y equipar el hospital de Bengasi donde se contaminaron de sida 426 niños, como se hizo público, y calificó esta colaboración de "muy costosa", de "varios millones de euros".

La mala gestión de la polémica da alas a la oposición y preocupa en la mayoría gubernamental. Claude Goasguen, diputado de la derecha, declaró ayer a Le Monde que "habrá que explicar todo esto en la rentrée, dentro de algunas semanas" y añadió que no puede imaginar que la venta de armas esté relacionada con la liberación de las enfermeras. Hollande se preguntó en France Inter: "¿Cómo se puede admitir, en una democracia que Nicolas Sarkozy querría transparente, que sea el hijo de Gadafi quien nos anuncie un contrato de armamento firmado, cuando el Ministerio de Exteriores no sabe nada y el ministro de Defensa habla por el momento de una carta de intenciones?".

CARTA DE INTENCIONES El ministro de Defensa, Hervé Morin, afirmó en la RTL que había solo una carta de intenciones con Libia y que los contratos, aprobados por una comisión interministerial en febrero del 2007, antes de la elección de Sarkozy, no habían sido firmados. Media hora después, EADS aclaraba que el de los misiles Milan estaba "finalizado, después de un periodo de discusiones y de negociaciones de más de 18 meses" y solo falta la rúbrica libia.

El portavoz del PS, André Vallini, destacó ayer que echaba en falta alguna aclaración del presidente. Sarkozy no habla, entre otras razones, porque está de vacaciones en EEUU.