Millones de escolares y alumnos de instituto se verán privados de poder ir a clase esta semana en Pakistán, país que cerró ayer todos sus centros de enseñanza después de que se produjeran dos atentados suicida contra la Universidad Islámica de Islamabad.

Mientras el Ejército progresa más lento de lo previsto ante los combatientes islamistas en Waziristán del Sur, el Gobierno, las regiones, las asociaciones de escuelas privadas y militares han anunciado que cerrarían las puertas de sus centros. "Hemos decidido el cierre de los establecimientos que dependen del Gobierno federal debido a las amenazas recibidas en estos últimos días", dijo el portavoz del Ministerio de Educación, Atiqur Rehman. El primer ministro paquistaní, Yusuf Reza Guilani, prometió: "Los cobardes actos de los terroristas no se quedarán impunes".