Faysal Shahzad, Hafiz Ahmed y Shehzad Tanweer son los nombres de tres inmigrantes de origen paquistaní, residentes en tres grandes países occidentales --Estados Unidos, España y el Reino Unido-- que albergan a tres ciudades objetivo de tres atentados yihadistas, ya sean consumados o fallidos: el del sábado en Nueva York, el del 2008 en Barcelona y el del verano del 2005 en Londres. No han tenido posibilidad de conocerse, pero los tres, además de su vinculación probada o supuesta con el yihadismo, comparten trayectorias similares: poco antes de atentar o ser detenidos, los tres pasaron varios meses en el país asiático, lejos de sus hogares de adopción. Una vez más, las miradas del mundo convergen en Pakistán, país emisor de visibles comunidades de inmigrantes instaladas tanto en Europa como en Norteamérica, y considerado un vivero de movimientos extremistas.

Fuentes policiales de EEUU declararon ayer que no daban crédito a las primeras declaraciones de Faysal, de 30 años, quien aseguraba que había actuado solo y que no tenía vínculos con ninguna organización internacional. Este residente en Connecticut pasó recientemente, según los medios de comunicación locales, cinco meses en Peshawar, junto a la frontera con Afganistán y localidad muy próxima a las zonas tribales donde se supone se refugia la plana mayor de Al Qaeda y los talibanes paquistanís.

Hafiz Ahmed, trabajador de la construcción, condenado por la Audiencia Nacional en Madrid a ocho años de cárcel por el delito de "pertenencia a grupo terrorista" --concretamente el que iba a cometer atentados en el metro de Barcelona--, también pasó por Pakistán poco antes de su detención, en el 2007, tras la muerte de su padre. Fue una estancia mucho más larga que las otras que realizó tras su regularización en España en el 2000, al menos cinco. Pasó medio año en su país de origen, según su familia sin moverse de Rawalpindi, donde viven su esposa e hijos, un periodo mucho más largo que el habitual mes o mes y medio vacacional. Poco después, en enero del 2008, fue arrestado en el barrio barcelonés del Raval.

Shehzad Tanweer viajó a Pakistán y se quedó allí entre tres y cuatro meses a finales del 2004 y principios del 2005. En el verano del 2005, hizo estallar los explosivos que llevaba en su mochila en un convoy del metro londinense, entre las estaciones de Aldgate y Liverpool street.