La ministra de Asuntos Exteriores española, Ana Palacio, rechazó ayer la petición de dar más tiempo a las inspecciones para desarmar a Sadam Husein, porque, en su opinión, ello supone una "estrategia de la impotencia". Palacio exhibió un discurso agresivo no sólo contra el dictador iraquí, sino contra los miembros del Consejo de Seguridad contrarios a la guerra, a quienes acusó de "buscar componendas" que minan la credibilidad de la ONU y perjudican la "paz y la estabilidad internacional".

Palacio afirmó que la exposición de los inspectores Hans Blix y Mohamed El Baradei había confirmado que "la amenaza persiste" e instó a sus colegas del Consejo de Seguridad a que no admitan "más juegos de Sadam". Como sus colegas estadounidense, Colin Powell, y británico, Jack Straw, la ministra anunció la presentación en el Consejo de Seguridad de la nueva resolución que da un ultimátum de 10 días al régimen iraquí.