La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, interpretó ayer los últimos atentados en Irak contra la Cruz Roja y varias comisarías como una "reacción" al "éxito" de la conferencia de donantes celebrada en Madrid el jueves y viernes pasados. En declaraciones a la prensa en el Senado, Palacio sentenció que los ataques constituyen "un salto cualitativo en la brutalidad y la desvergüenza de los terroristas". La jefa de la diplomacia consideró "obvia" la "existencia de un grave problema de seguridad" en Irak, pero se mostró convencida de que el país árabe "saldrá adelante".