Nunca un debate entre candidatos a la vicepresidencia de EEUU ha tenido un impacto determinante en la elección del ocupante de la Casa Blanca, pero nunca antes ha habido una Sarah Palin. La impredecible republicana que ha puesto patas arriba la carrera electoral participaba ayer --de madrugada en España-- en San Luis (Misuri) en su primer, único y anticipado debate frente a Joe Biden. Y la expectación ante su actuación avanzaba que ella estará los próximos días en el primer plano de la discusión política, robando la atención a John McCain justo cuando los sondeos registran avances de Barack Obama en estados decisivos el 4 de noviembre.

Los retrocesos de McCain, arrastrado tanto por su actuación en la crisis económica como por la propia Palin, se confirmaban en varias encuestas. Una de la Universidad Quinnipiac situaba al demócrata con ventajas de ocho puntos en Ohio, siete en Florida y cinco en Pensilvania. Otra de CNN daba a Obama entre cinco y nueve puntos más en Misuri, Virginia, Minnesota, Nevada y Florida. McCain está en una extraña tesitura. En un momento crítico, a 32 días de las elecciones, ha quedado relegado a la sombra de su número dos.

Más de dos tercios de los participantes en una encuesta del prestigioso centro Pew anunciaban que iban a ver el debate. Y se esperaba que el duelo de 90 minutos superara la audiencia del primer cara a cara entre Obama y McCain e incluso el histórico debate que en 1984 siguieron más de 65 millones de personas entre George Bush padre y Geraldine Ferraro, primera y hasta Palin única mujer en un ticket .

DUROS RETOS La gobernadora de Alaska tenía ayer y sigue teniendo hoy retos duros. Uno es demostrar si es capaz de superar la inexperiencia en política nacional y política exterior frente a alguien tan curtido como Biden --atenazado, eso sí, por su tendencia a enredarse en su locuacidad y por los riesgos de imagen de un enfrentamiento con una mujer--. Otro, convencer de su capacidad a votantes que son cada vez más escépticos.

McCain, a sus 72 años, sería el presidente que llegaría con más edad a la Casa Blanca, y la historia muestra que uno de cada tres vicepresidentes han acabado ocupando el Despacho Oval. Sin embargo, solo el 37% de los encuestados por el Pew creen a Palin cualificada para el cargo (un 15% menos que hace un mes). El porcentaje sube al 60% en un sondeo de The Washington Post y ABC. Y, lo que es peor para los republicanos, uno de cada tres participantes en la última encuesta dijeron que la presencia de la gobernadora en el ticket puede llevarles a no votar a McCain.