"Hay que debatir lo ocurrido en Irak. Los laboristas tienen el deber de hacerlo. Tratar de evitar la discusión es algo asqueroso", afirmó indignada Lesley Dochsey, de la coalición Stop the War. Lesley estaba ayer a la entrada del Internacional Center de Bournemouth con una pancarta en cada mano. En las dos había un retrato de Blair, en medio de un naipe, un as de picas, imitando la baraja ideada por EEUU con los rostros de los iraquís más buscados. "Bliar", decía el texto, jugando con el apellido del premier y la palabra inglesa liar (mentiroso).

"No someter el tema a debate y votación es de una arrogancia increíble y muy poco democrático", explicó Dochsey, que hoy estará en la protesta organizada para varios grupos contrarios a la guerra. A primera hora de la mañana hay prevista una concentración a la puerta del edificio de conferencias. Blair aprovechará alguna puerta trasera para eludir a los manifestantes.

Mary Roe, de la Campaña por el Desarme Mundial, espera que la guerra de Irak le cueste el puesto a Blair. "Cada vez son más las posibilidades de Charles Kennedy", afirmó esta viuda, aludiendo al buen momento del líder de los liberaldemócratas. Roe reparte folletos en los que se explica cómo parte del dinero de los contribuyentes se dedica a mantener la maquinaria de guerra. "!Con la falta que hace en las escuelas!", exclamó.