El papa Benedicto XVI ha suspendido la visita que tenía prevista a la Universidad La Sapienza de Roma el próximo día 17, informó hoy el Vaticano. "Debido al caso bien conocido de estos días en relación a la visita del Santo Padre a la Universidad La Sapienza, que por invitación del Rector Magnífico tendría que haberse celebrado el 17 de enero, se ha considerado oportuno postergar el evento. El Santo Padre enviará de todos modos el discurso previsto", precisó la Oficina de la Prensa de la Santa Sede.Un total de 67 profesores había pedido que se anulara el acto, por considerar al Papa un "oscurantista y uno que en 1990 decía que el proceso de la Iglesia contra Galileo fue razonable y justo". Además, grupos de estudiantes habían convocado manifestaciones de protesta para el próximo jueves. Tenían previsto organizar en el recinto universitario una "marcha sonora" (con música a todo volumen) a la misma hora en la que hablara el Papa, con el objetivo de que llegase el ruido hasta el Aula Magna. Asimismo, tenían planeado celebrar una "Frocessione", una procesión para protestar por la negativa del Vaticano a reconocer a las parejas homosexuales.

Fuentes del Ministerio de Interior italiano aseguraron que la suspensión no se ha debido a motivos de seguridad. La anulación de la visita se produjo después de varios días de protestas de estudiantes, cruce de acusaciones entre la clase académica y la política y pocas horas después de que hoy un centenar de universitarios ocuparan el rectorado de La Sapienza. Los estudiantes, de la llamada "Red de autoformación", exigían garantías a las autoridades de la institución docente para poder manifestarse el jueves contra la visita dentro de la ciudad universitaria, donde se encuentra el Aula Magna, en la que el Papa tenía previsto pronunciar su discurso. "Queremos manifestar nuestro disenso y que la ciudad universitaria sea un lugar libre, sin zonas de exclusión", dijo un portavoz de los jóvenes, que colocaron pancartas en las que se leía "La ciencia es laica", "La Sapienza rehén del Papa", "No Papa" y "Benedicto XVI quédate en el Vaticano".

Tras conocerse la anulación de la visita, políticos de la oposición conservadora manifestaron su opinión al respecto, como el líder de "La Derecha", Francesco Storace, quien dijo que se trata de un "escándalo inaudito" y que han vencido "los gamberros y los malos maestros". El líder del democristiano UDC, Lorenzo Cesa, aseguró que "ha vencido la intolerancia violenta y arrogante" de una parte de la cultura laica italiana y el "oscurantismo" y señaló que se ha registrado "una página oscura de la historia italiana". Políticos de la coalición de Gobierno, como la diputada Silvana Mura, indicó que se está ante un "ejemplo de intolerancia que testimonia cómo el debate cultural y político se ha vuelto bárbaro".

Las palabras de la polémica

El pasado fin de semana, 67 profesores pidieron al rector que se anulara la visita, al considerar al Papa un "oscurantista y uno que en 1990 decía que el proceso de la Iglesia contra Galileo fue razonable y justo". Según los profesores, en su mayoría físicos, entre ellos Andrea Frova (autor de un libro sobre Galileo y la Iglesia) y Carlo Maini (presidente del Consejo Nacional de Investigación), aquellas palabras del Papa, por entonces cardenal Joseph Ratzinger, "nos ofenden y nos humillan".

El cardenal Zenon Gracholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica, salió en defensa del Papa y dijo que se trataba de una acción de "ostracismo" y subrayó que el Pontífice es un hombre de cultura, abierto al diálogo y a la confrontación. Grocholewski desmintió que el Papa apoyase el proceso contra Galileo y precisó que Joseph Ratzinger ya en aquel 1990 revisaba junto a Juan Pablo II el caso, que concluyó en 1992 con la cancelación de la condena eclesial.