Los paparazzi que fotografiaron el accidente que le costó la vida a Diana de Gales y a su novio, Dodi al Fayed, volverán a ser juzgados. Así lo decidió el Tribunal Supremo de Francia, que ha aceptado el recurso presentado por Mohamed al Fayed, padre de Dodi, contra los fotógrafos Jacques Langevin, Christian Martínez y Fabrice Chassery. Los tres habían sido absueltos en septiembre pasado del cargo de homicidio involuntario.

El 31 de agosto de 1997, Langevin, Martínez y Chassery persiguieron el Mercedes en el que viajaban Diana y su compañero, presenciaron el accidente y tomaron fotos. Los tres volverán al banquillo. En cambio, el Supremo ha confirmado la exculpación de los paparazzi que fotografiaron a los novios a la salida del Hotel Ritz de París antes del accidente. En septiembre, el Tribunal de Apelación los absolvió a todos tras considerar que tanto el exterior del Ritz como el puente de Alma --donde tuvo lugar el mortal choque-- son lugares públicos.

La decisión del Supremo francés indica que los fotógrafos serán juzgados por violación de las leyes sobre privacidad y podrían ser condenados a un año de prisión.

Hasta ahora, el único responsable de la muerte de Diana y su novio es el chófer, Henry Paul, tercera víctima mortal. Según las muestras de sangre, Paul mezcló antidepresivos con alcohol antes de sentarse al volante.