Más de 30.000 personas fueron asesinadas en Colombia por los paramilitares entre los años 1980 y 2000. Este dato es el que se recoge en un informe de la unidad de Justicia y Paz de la fiscalía a partir de las confesiones de paramilitares desmovilizados a cambio de beneficios judiciales.

Según el informe, 4.112 exmiembros de las Autodefensas Unidas de Colombia, milicias de extrema derecha, cometieron 30.470 asesinatos entre mitad de los 80 y el 2003, año de la desmovilización. El número de víctimas es equiparable al de desaparecidos en la dictadura argentina (1976-1983).

Las confesiones fueron obtenidas en el marco de una ley controvertida conocida como Justicia y Paz, promulgada en el 2005. La nueva legislación garantizaba que las penas de prisión no superarían los ocho años para quienes reconocieran sus crímenes.