Néstor Kirchner conoció a Cristina Fernández en la universidad de La Plata (provincia de Buenos Aires), a principios de los años 70, uno de los lugares de mayor ebullición política. Juntos militaron en la Juventud Peronista, uno de los afluentes de la guerrilla urbana Montoneros. Esa procedencia, aunque lateral, sin protagonismo, les ha permitido reivindicar la épica de una generación diezmada por los militares. Cuando el matrimonio llegó al poder volvió a subirse el telón de un olvidado teatro peronista. Si algo faltaba, además de las liturgias de masas, era la condensación de la política y el melodrama. La imagen ya está grabada en las banderas que flamearon en el funeral y alude a algo que ocurrió en junio de 2008.

La presidenta le hablaba a la multitud cuando él fue hasta el centro del escenario y la abrazó. "Te amo mucho", le respondió entonces. Los labios del expresidente deslizaron las únicas palabras que unen lo conyugal y lo patriótico. Las palabras inaudibles, pura mímica impresa en las pantallas, evocaron las dichas también en público entre Juan Domingo Perón y una Eva Duarte al borde de la muerte. Eran tiempos de radioteatro y romanticismo ramplón en los cines. Los Kirchner revivieron a todo color aquellas situaciones filmadas en blanco y negro.