El alcalde socialista de París, Bertrand Delanoë, logró ayer que el consejo de la ciudad aprobara un polémico acuerdo que, en la práctica, permitirá al expresidente Jacques Chirac escapar a una parte de sus problemas judiciales. A cambio de retirarse como acusación en el juicio sobre el caso de los empleos ficticios en la época en la que Chirac era alcalde, el ayuntamiento será compensado por el antiguo jefe del Estado y por su partido, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), con 2,2 millones de euros.

"La ciudad obtiene hoy la reparación a la que aspiraban legítimamente los parisinos", declaró Delanoë, saliendo al paso de las críticas de sus socios ecologistas, que denuncian un trato de favor hacia el expresidente. El alcalde negó la acusación recordando que se había aplicado el mismo criterio en un caso similar que concernía al partido comunista Fuerza Obrera, por lo que habría sido discriminatorio no hacer lo mismo con Chirac. Los concejales de la UMP aplaudieron el "coraje" con el que Delanoë ha defendido el acuerdo. A su juicio, en caso de rechazarlo habría demostrado una "voluntad de venganza política".

El pacto no evitará al expresidente sentarse en el banquillo de los acusados, pero con la retirada del ayuntamiento, el proceso contra Chirac queda desactivado, puesto que la fiscalía solicita el archivo.

ABUSO DE CONFIANZA En cualquier caso, la vista por "desvío de fondos públicos" y "abuso de confianza" se celebrará en los próximos meses. El antiguo jefe del Estado, de 77 años, está acusado de haber realizado 21 contrataciones ficticias para llevar a cabo misiones inexistentes bajo su mandato como alcalde, entre 1977 y 1995. El próximo mes el tribunal debe decidir si el juicio se celebra en noviembre o diciembre o si debe adjuntarse a un segundo proceso, también por creación de empleos ficticios.