El 18 de junio de 1940, el general Charles de Gaulle llamó a sus compatriotas a unirse a la resistencia. Lo hizo desde Londres, a través de las ondas de la BBC, al día siguiente de que el Gobierno francés decidiera capitular ante las tropas nazis. Ayer, 70 años después del acontecimiento que evitó que Francia formara parte de los perdedores de la segunda guerra mundial, por primera vez un presidente francés conmemoró la fecha en territorio británico. El tributo a De Gaulle sirvió al jefe del Estado francés, Nicolas Sarkozy, y al primer ministro británico, David Cameron, para asumir la "responsabilidad" de mantenerse unidos en los actuales combates, como la recesión y la lucha contra los talibanes en Afganistán.

Los actos se iniciaron con un recorrido de Sarkozy y su esposa, Carla Bruni, por los lugares históricos. Acompañados por el príncipe Carlos de Inglaterra, visitaron la sede de la emisora pública BBC, así como el que fuera el cuartel general de la resistencia, en el número 4 de Carlton Gardens. Depositaron una ofrenda ante las estatuas del rey Jorge VI y de la reina Isabel.

Antes de almorzar en la residencia del premier británico, el número10 de Downing Street, Sarkozy y Cameron pronunciaron discursos en el exterior del Royal Hospital Chelsea. El jefe de Estado francés elogió "el coraje y la tenacidad" del pueblo británico, que resistió liderado por Winston Churchill. Fue el primer ministro quien permitió a De Gaulle usar los estudios de la BBC pese al rechazo de una clase política británica desconfiada ante la acción del entonces desconocido general francés.

UNION Y SUPERVIVENCIA "Conmemorando hoy el 70 aniversario del 18 de junio de 1940, la nación británica y la nación francesa recuerdan que su unidad siempre ha sido la condición que ha permitido su supervivencia", proclamó el jefe del Estado francés, que reivindicó la iniciativa que De Gaulle tomó por su cuenta y riesgo al mando de los soldados que lograron atravesar el canal de la Mancha tras la ofensiva de los panzer alemanes por el macizo boscoso de las Ardenas. "La única Francia verdadera era la que no aceptaba la derrota", reiteró. La siguiente afirmación de Sarkozy debió incomodar al euroescepticismo de su anfitrión: "La unidad de nuestros pueblos, la unidad de Europa, es la condición para la supervivencia de su civilización".

Cameron destacó la dimensión "afectiva" de la relación que une a ambos países más allá de su vecindad geográfica, y apeló al pasado para renovar una amistad que "funciona" actualmente tanto en Afganistán como frente a la crisis económica. Estos temas fueron abordadas en el almuerzo celebrado en la residencia del primer ministro.