El Parlamento polaco ha aprobado este jueves la polémica reforma del Tribunal Supremo impulsada por el Gobierno nacionalista de Ley y Justicia, sin atender a las críticas de Bruselas que amenazan con sanciones y la suspensión del derecho a voto polaco en el consejo.

La norma, que ha provocado manifestaciones durante los últimos días y duras críticas de la Comisión Europea (CE), facilita el control del Supremo por parte del Gobierno y pone fin al mandato de los jueces de esta institución, según ha explicado la oposición. El texto, que incluye alguna modificación del texto original, ha sido aprobado con 235 votos a favor de diputados del partido gobernante ultraconservador Ley y Justicia, que cuenta con mayoría absoluta, 192 en contra y 23 abstenciones.

La decisión tiene aún que pasar por el Senado, donde el partido Ley y Justicia también cuenta con la mayoría absoluta, y debe ser ratificada además por el presidente, Andrzej Duda, vinculado a la fuerza gobernante, para entrar en vigor.

REFORMA RADICAL

El ministro de Justicia, Zbinieg Ziobr, conocido por sus partidarios como "el Sheriff", ha recordado tras la aprobación que el programa electoral de su partido prometía la reforma "radical" del sistema judicial, y ha explicado que el Gobierno la llevará a cabo para ofrecer a los ciudadanos una mayor eficiencia frente al "corporativismo judicial, de un Estado dentro del Estado" imperante hasta ahora. El Supremo tiene un papel muy importante en Polonia, ya que se encarga de supervisar el trabajo de los tribunales inferiores, confirma la validez de las elecciones parlamentarias y presidenciales y emite dictámenes sobre proyectos legislativos.