El Parlamento turco aprobó ayer una autorización al Gobierno de Recep Tayyip Erdogan para que envíe, cuando lo considere oportuno y cuantas veces quiera, tropas del Ejército al norte de Irak con el fin de acabar con las bases del grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). La autorización tendrá vigencia de un año y, según matizó el primer ministro, "no significa una intervención militar inmediata".

A pesar de la oposición durante la votación del grupo parlamentario kurdo y de que varios diputados del gubernamental Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) se escabulleran de la sesión para no votar contra su líder, el consenso en la operación contra el PKK es bastante amplio en Turquía, y así lo entendieron sus aliados occidentales. El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, telefoneó ayer al presidente turco, Abdulá Gül, para pedirle "contención" respecto al tema de Irak. George Bush aventuró que "debería haber otra vía diferente a la intervención". En similares términos se manifestó la UE. Sin embargo, fuentes militares estadounidenses aseguraron que sus tropas no colaborarán en la defensa de Irak en caso de una intervención turca.

BUENA ACOGIDA El vicepresidente de Irak, Tarik al Hashimi, envió sus colegas turcos un mensaje pidiendo "una oportunidad" para que Irak termine por sus propios medios con el PKK e impedir así la operación turca, algo que, según explicó, tuvo una buena acogida en los despachos de Ankara.

Y mientras en la capital turca se desarrollaba la votación sobre la posible intervención bélica, en las provincias fronterizas con Irak continúan los preparativos. El martes, el general del Ejército de Tierra y uno de los halcones militares turcos, Ilker Basbug, se sumó a las operaciones de los comandos desplegados en la provincia de Sirnak.

"La gente no puede dormir por la noche a causa del ruido de los helicópteros y de las bombas Los enfrentamientos en la montañosa frontera iraquí entre Ejército y PKK son constantes. Yo tengo 20 años y desde pequeño he vivido en medio del conflicto", explicó a este periodista Izzet Belge, dirigente del kurdo Partido de la Sociedad Democrática (PSD) en Sirnak. "Siempre ha sido así y al final la gente de Sirnak hemos terminado acostumbrándonos", sostiene.

"Hasta ahora se han hecho 24 operaciones transfronterizas del Ejército turco en el norte de Irak y no ha servido para nada. El pueblo kurdo lo único que quiere es una solución democrática y dialogada", exigió, y se quejó de la "guerra psicológica" que los medios de comunicación turcos han puesto en marcha con referencias a la intervención, a los "mártires" (soldados muertos) y a los "terroristas".

Ahmet Türk, presidente del PSD, denunció el clima de "linchamiento político" contra los nacionalistas kurdos y la voluntad de la oposición turca de ilegalizar su partido tomando el ejemplo de Batasuna: "Nosotros no somos Batasuna, ni esto es España. En España hay 17 comunidades autónomas. Si en Turquía hubiese una Constitución como la española, hasta podríamos abandonar la política".