La oposición nacionalista ucraniana logró finalmente imponer su voluntad en la Rada (Parlamento unicameral). La Cámara aprobó ayer una moción de censura contra el primer ministro prorruso, Viktor Yanukovich, y apoyó la creación de un Gobierno interino. La moción de la oposición contra Yanukovich y su Gobierno, acusado de mala administración, así como de instigar el separatismo en las regiones orientales del país, había fracasado el martes, lo que llevó a los manifestantes a intentar asaltar la sede del Parlamento.

Apenas tres diputados más de los 226 necesarios asistieron a la decisiva votación debido al bloqueo de la sede del Parlamento por manifestantes opositores. El presidente, Leonid Kuchma, aseguró que actuará "en el marco de la Constitución", tras la moción de censura. "La decisión del Parlamento es una respuesta al deterioro de la situación política", declaró Kuchma, quien podría negarse a firmar la moción.

Lejos de dar su brazo a torcer, Yanukovich se negó a obedecer la resolución del Parlamento y consideró que la sesión parlamentaria había sido anticonstitucional. "Nunca aprobaré esta decisión; va contra la ley y la Constitución", respondió.

DESBLOQUEO DEL DIALOGO Reunidos por segunda vez desde el inicio de la crisis, ambos contendientes no lograron, durante las negociaciones de ayer, una solución definitiva a la crisis, aunque consiguieron superar el bloqueo en que habían caído las conversaciones. La oposición, liderada por Viktor Yuschenko, y el primer ministro prorruso llegaron al compromiso de "continuar el proceso electoral" y renunciar a la coerción, incluyendo el bloqueo de los edificios gubernamentales. La forma que tendrá el proceso electoral será determinada por el dictamen del Supremo, que estudia denuncias cruzadas de fraude e irregularidades.

Se espera que la Corte publique su dictamen mañana. Ambas partes del conflicto volverán a reunirse tras conocer el fallo de los jueces. "Tras la publicación de la decisión del Tribunal Supremo, los juristas de ambas partes tendrán 24 horas para encontrar una fórmula que permita completar las elecciones. Si la encuentran, tendré el derecho moral para deciros que hemos conseguido en estos diez días lo que algunos no consiguieron en 100 años. Ha sido una solución de compromiso, y el poder mostró su buena voluntad", dijo Yuschenko a sus partidarios poco después de la conclusión de una mesa redonda, bajo la mediación de representantes europeos, entre ellos el Alto Representante de Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea (UE), Javier Solana.

"Kuchma y Yanukovich nos ofrecían convocar unas nuevas elecciones desde el principio. Sin embargo, les hemos contestado que este escenario no tiene sentido", explicó Yuschenko.

Al conocerse el compromiso político, los partidarios de Yuschenko levantaron el bloqueo de las sedes gubernamentales, aunque advirtieron que si las autoridades no "juegan limpio" la oposición dará rienda suelta a la "indignación popular". Cientos de miles de manifestantes, concentrados en la plaza de la Independencia, celebraron la noticia.

Entretanto, en Moscú, Rusia pareció ir suavizando su postura a favor de Yanukovich, al declarar que respetaría el resultado de cualquier nueva convocatoria. El canciller alemán, Gerhard Schröder, y el presidente ruso, Vladimir Putin, coincidieron, en una entrevista telefónica, en que "el resultado de las nuevas elecciones reflejará la voluntad del pueblo ucraniano, que será estrictamente respetada por todos, incluyendo a Rusia".

PUGNA POR EL PODER La pugna por el poder ha despertado aires separatistas en las regiones orientales de Ucrania. El Parlamento regional de Donetsk (este del país, dominado por población rusófona) anunció ayer que celebrará el 9 de enero un referendo para pedir la creación de una federación en Ucrania.