El inesperado triunfo electoral del bloque europeísta liderado por el presidente serbio Boris Tadic ha sido acogido con alivio tanto en las capitales europeas como entre los países vecinos de Serbia, pero lo que se avecina ahora son unas duras y posiblemente largas negociaciones para conseguir una coalición de Gobierno con mayoría parlamentaria, en un país profundamente dividido.

El Partido Democrático (DS) de Tadic y sus aliados tiene por el momento las manos atadas y solo pueden aspirar a un Ejecutivo débil. Con la aritmética electoral en la mano, el Partido Democrático necesita el apoyo de alguna de las formaciones nacionalistas. Irónicamente, la única que podría estar dispuesta a proporcionárselo es el Partido Socialista de Serbia (SPS), la antigua formación de Slobodan Milosevic, a la que la plataforma democrática a la que pertenecía Tadic arrebató el poder en el 2000.

Según los resultados anunciados ayer por la Comisión Electoral, el bloque europeísta formado en torno al PD logró el 38,75% de los votos y 102 escaños; los ultras del Partido Radical (SRS) que dirige Tomislav Nikolac lograron el 29,2% y 77 diputados; el Partido Democrático de Serbia (DSS) del primer ministro saliente Vojislav Kostunica (el gran perdedor), el 11,34% y 30 escaños; el SPS, el 7,6% y 20 escaños; y el Partido Liberal Democrático (LDP), el 5,3% y 14 diputados. Además, tres formaciones de minorías étnicas suman en total siete diputados.

El Parlamento consta de 250 diputados, por lo que se necesitan 126 para lograr mayoría. El PD tendría el respaldo del LDP --aunque existe el escollo de que reconoce la independencia de Kosovo-- y de los partidos étnicos, pero ello le situaría a tres escaños de la mayoría. Todavía insuficiente.

OBJETO DEL DESEO "Nosotros no necesitamos a nadie, pero los demás nos necesitan", afirmó de madrugada Ivica Dacic, el líder del SPS, conocedor de que iba a ser objeto de deseo. Porque si el apoyo de los excamaradas de Milosevic a los europeístas resultaría irónico, no lo es menos el hecho de que Kostunica se haya convertido en enemigo de sus antiguos compañeros. Tadic afirmó en la noche electoral que "el primer ministro lo elegiré yo" y dejó claro que no será quien ahora ocupa el puesto en funciones.

La carrera negociadora comenzó ayer, pero puede durar incluso meses. Dacic intenta lavar la cara al SPS y desprenderse del legado de Milosevic. Algunas fuentes indicaron a este diario que los socialistas europeos tratan de convencerle de que apoye a Tadic con la promesa de un no muy tardío ingreso en la Internacional Socialista. Por su parte, Nikolac, líder de SRS, comenzó ayer a negociar con Kostunica.