El presidente boliviano, Evo Morales, otorgó ayer a José Luis Rodríguez Zapatero la consideración de "aliado estratégico" y lo emplazó a cumplir sus promesas de ayuda económica a Bolivia sin condicionarlas a un resultado favorable para España en el contencioso por la nacionalización de los hidrocarburos.

Morales citó a cuatro países --Japón, Venezuela, Cuba y Dinamarca-- que ayudan "incondicionalmente" a Bolivia. A la pregunta de por qué no incluía a España en la lista, alegó que, durante la campaña electoral que lo llevó al poder, el Gobierno español le dijo que duplicaría las ayudas y condonaría la deuda a Bolivia, y no se ha visto nada de ello.

"Ojalá los compromisos del Gobierno español no se paren con el problema de la nacionalización", dijo Morales, que pidió a España y a otros países europeos que no sean "vengativos" a la hora de negociar la reducción de la deuda externa boliviana. En el caso concreto de Zapatero, confió en que puedan "reparar los daños de 500 años", en alusión a la conquista española.

El Gobierno español no vio "negativas" las palabras de Morales y recordó que la duplicación de ayudas y la condonación de la deuda están previstas para varios países, incluido Bolivia, "al margen de quien gobierne", dijeron desde Exteriores.