La ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz al disidente Liu Xiaobo fue "una farsa política que en ningún modo quebrará la resolución y confianza del pueblo chino", aseguró en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores chino, justo después de que terminara la recepción en Oslo. Según el comunicado, firmado por la portavoz de la Cancillería Jiang Yu, "la decisión del Comité Nobel Noruego no representa el deseo de la mayoría de los pueblos del mundo, especialmente aquellos países en desarrollo".