Francia se prepara para la masiva marcha de protesta de este domingo en París convocada por los partidos y organizaciones de izquierda para mostrar el rechazo al terrorismo y a favor de la unidad nacional. La manifestación, sin embargo, ya ha generado polémica antes de empezar. La líder del partido de extrema derecha Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, se quejó este jueves por no haber sido todavía invitada oficialmente a la marcha republicana.

«Estoy a la espera de la invitación de Manuel Valls [el primer ministro]», dijo Le Pen, que consideró una «pésima maniobra política» que su formación sea excluida. Por la tarde Le Pen dijo que no irá a la marcha, según el diario 'Le Figaro'. «No es un comportamiento digno de un primer ministro o de un presidente de la República», añadió, por su lado, la diputada Marion Maréchal-Le Pen. Este jueves, sin mencionar al FN, Valls afirmó que «no puede haber exclusiones en la unidad nacional».

El debate ha llegado al corazón del Partido Socialista (PS), en el poder. El portavoz del la formación, Olivier Faune, se mostró este jueves partidario de que Le Pen y sus seguidores estén presente el domingo y aseguró que Valls «probablemente los invitará». «Todos los que quieran unirse deben de estar presentes», afirmó.

Las palabras de Faure no sentaron nada bien al cofundador de SOS Racismo, el también socialista Julien Dray, que mostró su rechazo a la participación de un partido xenófobo como el que lidera Le Pen. En términos similares se expresó el diputado del PS, François Lamy, que recordó que solo están invitados los «partidos republicanos que no estigmatizan y no agitan el miedo»,

Este viernes el presidente François Hollande tiene previsto reunirse en el Palacio del Elíseo con Le Pen, en el marco de las reuniones que mantiene con los líderes de los principales partidos políticos del país.

REUNIONES EN EL ELÍSEO

Este jueves lo hizo con el principal líder de la oposición, Nicolas Sarkozy. El expresidente y líder de la Unión por el Movimiento Popular (UMP) se comprometió a unirse a la marcha si «se dan las condiciones». «Es una guerra que se declara a la civilización y la civilización tiene la responsabilidad a defenderse», dijo Sarkozy.

Este jueves los franceses guardaron un minuto de silencio por las víctimas de los atentados. Bajo una intensa lluvia muchos parisinos se concentraron frente a la catedral de Nôtre Dame. «Es importante estar aquí juntos. Esta movilización es una manera de mostrar que no tenemos miedo», dijo la abogada Véronique Harduin, con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos.

«La libertad de expresión, incluso cuando se tiene la suerte de vivir en un país libre no siempre es fácil. Por eso, menos mal que hay periodistas, hay humoristas. 'Chapeau' a 'Charlie Hebdo'!", comentó la también abogada Laure Veaucois.