El Pentágono ha advertido de que la página web Wikileaks tiene a su disposición más documentos clasificados de los que ha declarado y podría hacerlos públicos, tal y como ha hecho ya con cerca de 500.000 archivos. "Son cosas de las que han hablado públicamente, y tenemos razones para pensar que también tienen otros documentos", ha asegurado el portavoz militar Dave Lapan.

Washington basa sus afirmaciones en fuentes independientes que suscriben su opinión. Asimismo, cree saber cuáles son los documentos de los que dispone la polémica web. Wikileaks, fundada por Julian Assagne, ha admitido que cuenta con unos 15.000 documentos más sobre Afganistán, así como un vídeo filmado en ese país. Ahora amenaza con hacer pública toda esta información.

El Departamento de Defensa de EEUU sigue trabajando para evitar filtraciones de información. Así, el vicesecretario de Defensa, William Lynn, ha anunciado que su departamento medita la aplicación de controles especiales. "En lugar de evitar que la gente tenga acceso a los datos, podríamos hacer lo mismo que las compañías de tarjetas de crédito, buscar comportamientos anómalos", ha señalado durante su breve visita a Irak.

Las investigaciones del Pentágono apuntan que el responsable de haber facilitado los documentos secretos a Wikileaks es Bradley Manning, exanalista de inteligencia en Irak. Manning está bajo arresto domiciliario por haber dado a conocer, en el 2007, el vídeo de un ataque estadounidense en el que murieron más de diez personas en Irak, entre ellas dos periodistas.

En julio Wikileaks publicó más de 70.000 archivos sobre la guerra de Afganistán, y el viernes pasado desclasificó otros cerca de 40.000, estos sobre la contienda iraquí.

INVESTIGACIÓN EN LONDRES

Toda esta filtración de documentos también ha puesto en el ojo del huracán al Ejército británico. Tres unidades están bajo sospecha por su supuesta implicación en la muerte de civiles en Afganistán, según se desprende de los documentos publicados ahora por el Ministerio de Defensa del Reino Unido.

El Gobierno de David Cameron se ha visto obligado a hacer públicos los documentos a requerimiento del diario The Guardian, que se ha acogido a la ley sobre libertad de información.

Según esos documentos, tres unidades del Ejército británico son responsables directas de dos tercios de los incidentes con víctimas mortales en ese país. Así, los Coldstream Guards dieron muerte a cuatro civiles en Kabul en un periodo de tres semanas, los comandos de la Royal Marine mataron o hirieron a ocho civiles en seis meses, y la tercera unidad, los Rifles, estuvieron involucrados en tres incidentes al año pasado. Entre las víctimas mortales hubo niños y en una ocasión un varón con problemas mentales.

La primera revelación sobre esos incidentes se debió a la filtración, el pasado verano, de miles de documentos relacionados con la guerra de Afganistán a Wikileaks.

Ayer, el diputado laborista Paul Flynn solicitó la apertura de una investigación parlamentaria sobre el comportamiento de esas unidades, que pudieron haber cometido, según dijo, "atrocidades en nombre del pueblo británico".