El excomandante en jefe del Ejército, Emile Lahoud, abandonó ayer la presidencia después de nueve años en un cargo reservado para los cristianos maronitas. Considerado por sus rivales un "lacayo de Siria", país que tuteló el Líbano durante 30 años hasta la retirada de sus tropas en el 2005, ha sido un firme aliado de la oposición, defendiendo el derecho de Hizbulá a mantener las armas y tildando de inconstitucional al Gobierno de Siniora.