Las catástrofes naturales que han provocado más muertos no han sido las que más han costado a las aseguradoras, según un estudio de Swiss Re, una de las mayores reaseguradoras del mundo. Los terremotos, tifones y otros fenómenos naturales en los países pobres se saldan con miles de víctimas, pero con escaso impacto para el sector asegurador. En cambio los efectos económicos en países avanzados son mayores.

Las tormentas e inundaciones en Bangladesh el 14 de noviembre 1970 se cobraron 300.000 víctimas, la peor catástrofe desde 1970, y no costaron nada a las compañías. En cambio los siniestros más gravosos para las aseguradoras fueron los del 11-S del 2001 en EEUU, con 3.025 víctimas mortales, y un coste para las compañías en forma de indemnizaciones de 21.000 millones de dólares.

En el 2004, los fenómenos naturales y catástrofes causadas por el hombre han dejado 21.000 muertes --sin contar el maremoto--. Los costes para el seguro superan los 32.000 millones de euros, concentrados en EEUU y Japón, el Caribe.