El líder laborista israelí, Shimon Peres, vio colmadas el jueves sus aspiraciones con la firma del acuerdo con el Likud, que le convierte en "asistente del primer ministro", una suerte de viceprimer ministro. El pacto pone fin a los obstáculos de última hora que retrasaron la formación del Gobierno de unidad nacional.

El actual viceprimer ministro, Ehud Olmert, mantendrá sus atribuciones y seguirá siendo el sustituto de Ariel Sharon. Sin embargo, la oficina de Sharon anunció que "Peres será considerado el miembro más importante del Gabinete, después del propio jefe de Gobierno", mediante una fórmula legal que permite soslayar la disputa constitucional abierta por las negociaciones entre el Likud y los laboristas.

La mayoría de los legisladores y juristas se opusieron a reformar la Constitución, pese a las presiones del líder del Likud, ya que consideraron que la enmienda suponía un cambio demasiado radical para posibilitar un pacto político.

El acuerdo allana teóricamente el camino hacia la retirada de Gaza, ya que la nueva alianza de Gobierno cuenta con 64 escaños --40 del Likud, 19 laboristas y 5 del Partido del Judaísmo Unido-- en la Kneset (Parlamento). Mientras, el Ejército israelí prosiguió su incursión en Jan Yunis, en el sur de Gaza, que mató a siete palestinos. Anoche otros cuatro murieron por un misil.