Manuel Martín-Oar Fernández-Heredia. El capitán de navío fallecido ayer en Bagdad, nació en Madrid en 1947 e ingresó en la Armada con sólo 20 años. Estaba casado con Emilia Ripoll Cabello y era padre de cuatro hijos. Quienes le conocían ponderaban su calidad humana, su discreción y cordialidad, y destacaban la combinación de los valores militares con su sentido humanitario y de defensa de los derechos humanos.

Su destino más prolongado en la marina de guerra fue el portaviones Príncipe de Asturias , donde sirvió como piloto de aviones Harrier. En 1994 y 1995 fue destinado al servicio de planeamiento de misiones de paz de la ONU, en Nueva York.

Un año más tarde ocupó la agregaduría naval en la embajada española en París y luego fue destinado al cuartel general de la OTAN en Nápoles, donde conoció al entonces embajador en Italia, Miguel Benzo. La relación de amistad personal y familiar entre el militar y el diplomático, ahora destinado en Bagdad, movió al primero a pedir voluntariamente la incorporación a la Autoridad Provisional de la Coalición en Bagdad. En la actualidad se dedicaba a preparar la conferencia de donantes, que se celebrará en octubre en Madrid.