El jefe militar estadounidense en Irak, el general David Petraeus, aseguró hoy que en los últimos meses ha habido "progresos significativos, pero desiguales" en el país árabe. "La situación de seguridad es significativamente mejor que hace quince meses, pero los progresos logrados son frágiles y reversibles", dijo el general ante el Senado estadounidense en su comparecencia semestral ante el Legislativo, a la que acudió acompañado por el embajador en Bagdad, Ryan Crocker.

Petraeus y Crocker fueron convocados de nuevo, como en septiembre pasado, para informar de los resultados la estrategia militar comenzada en enero de 2007, cuando se aumentó de 130.000 a 168.000 soldados el despliegue estadounidense en Irak.

La comparecencia de hoy de los dos principales representantes de Estados Unidos en Irak tiene un carácter especial, dada la presencia de los tres senadores que aspiran a la Casa Blanca, el republicano John McCain, que ya ha obtenido la candidatura de su partido, así como Hillary Clinton y Barack Obama, que luchan por la demócrata.

El primero de ellos en intervenir fue McCain, quien afirmó que "el aumento de la seguridad ha llevado a una oportunidad más amplia de solución política en Irak". El senador por Arizona agregó que EEUU debe mantener su compromiso y su presencia militar en Irak porque "una guerra civil podría descender a un genocidio" con repercusiones en todo Oriente Medio y en toda la región del golfo Pérsico.

Criticó con dureza, además, la postura de sus rivales demócratas, que ya han anunciado que si ganan en los comicios presidenciales de noviembre, ordenarán la retirada de las tropas de Irak. "Una retirada imprudente e irresponsable constituiría un gran error político y moral" por parte de Estados Unidos, dijo.

Previamente a su intervención, el presidente del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, el demócrata Carl Levin, dijo que la violencia reciente en Bagdad suscita dudas sobre el éxito del reforzamiento militar en Irak comenzada en enero de 2007. "El aumento de la violencia crea dudas sobre el éxito militar del incremento de fuerzas, pero también sobre su propósito, según lo había anunciado el presidente George W. Bush el año pasado, esto es, darle a los dirigentes iraquíes el espacio para que logren una solución política", agregó Levin, quien dijo que "ssto no se ha logrado".