Llegó, vió, y se puso manos a la obra. El nuevo comandante en jefe de las fuerzas internacionales en Afganistán, el general estadounidense David Petraeus, vestido ya con ropa de camuflaje, pidió ayer, ante 1.700 invitados congregados en la embajada estadounidense en Kabul con motivo de la fiesta nacional del 4 de julio, "unión" para combatir la insurrección talibán y enderezar el curso de la guerra. El alto oficial estadounidense asume oficialmente hoy el mando de los 140.000 soldados extranjeros presentes en el país centroasiático, tras el reciente relevo de Stanley McChrystal.

"Es una misión complicada; no hay nada fácil en ella", declaró, subido en una tarima, en el interior del recinto fortificado que forma la embajada estadounidense en Kabul. Varios cordones de seguridad separaban a los invitados de las calles de Kabul, en las que los occidentales no se dejan ver en demasía.

OBJETIVO COMUN "Debemos lograr unir nuestros esfuerzos y conseguir un objetivo común; civiles y militares, afganos y extranjeros, formamos parte de un mismo equipo con una sola misión", afirmó. "En este importante esfuerzo, la cooperación no es una opción", añadió. El militar quiso advertir a la audiencia de que antes de que se registren progresos remarcables, es posible que la situación empeore. "Trabajando juntos, podemos hacer progresos y alcanzar nuestro objetivo común", subrayó. La ceremonia de asunción de potestades tendrá lugar hoy en la sede de la Fuerza internacional de Ayuda a la Seguridad (ISAF).

La llegada del nuevo comandante a Afganistán se produce en un momento especialmente duro. Más de un centenar de militares extranjeros han perdido la vida durante el mes de junio en Afganistán, convirtiéndose en el periodo más mortífero para la coalición internacional desde el derrocamiento del régimen talibán en el 2001. Cerca de 1.900 soldados han muerto desde el inicio de la misión.

Los analistas afganos coincidieron en demandar al general un golpe de timón para cambiar el signo de la guerra. "Petraeus debe cambiar radicalmente la estrategia de guerra contra los talibanes", valoró el parlamentario afgano Ahmad Behzad. Se prevé una intensificación de las operaciones contra los principales talibanes en la provincia de Kandahar a partir de septiembre, aunque, según el politólogo Harún Mir, "no sabemos si la ofensiva tendrá lugar finalmente".