Apocas horas de que se defina uno de sus delicados frentes judiciales, el dictador Augusto Pinochet sufrió ayer un "accidente cerebro-vascular, con pérdida de conciencia", por el que tuvo que ser internado en el Hospital Militar de Santiago.

Según el director del centro, Leonel Gómez Serey, Pinochet fue ingresado también con un "déficit neurológico y alteración de la motricidad". Poco después, añadió el parte, el paciente comenzó a evolucionar "con signos vitales estables y recuperación de conciencia". Pinochet, concluyó Gómez Serey, "permanecerá hospitalizado para nuevos exámenes y control de su evolución". Habrá un nuevo parte médico el próximo jueves.

Según la prensa, el dictador, de 89 años, se disponía a abandonar su residencia en el oeste de la capital con destino a su casa de campo en Los Boldos, a unos 170 kilómetros de Santiago, cuando debió ser llevado al hospital. De inmediato llegaron al lugar sus familiares más cercanos y el jefe del Ejército, el general Juan Emilio Cheyre, quien ya había expresado su "preocupación" por la salud del dictador.

VISITA CON COMITIVA El pasado viernes, Pinochet estuvo unas horas en su oficina privada en el barrio de Las Condes. Hasta allí fue acompañado por una comitiva que incluyó tres automóviles, tres camionetas y dos motocicletas, además de una escolta de militares y carabineros (policía). Luego fue al dentista.

Mientras eso sucedía, la sala cuarta del Tribunal de Apelaciones de Santiago resolvía postergar hasta el lunes "o en el transcurso de la semana" su respuesta al recurso de amparo presentado por la defensa de Pinochet para frenar la orden de arresto dictada por el juez Juan Guzmán.

PROCESAMIENTO El magistrado consideró que el dictador está en condiciones de afrontar un juicio y lo procesó por su presunta responsabilidad en el asesinato de nueve opositores en el marco de la operación Cóndor. Los abogados de la defensa volvieron a insistir en que la "demencia subcortical" del general retirado le impide afrontar el proceso.