El dictador chileno Augusto Pinochet justifica en una carta póstuma el cruento golpe militar que lo llevó al poder en 1973, pero lamenta los dolores que provocó, por lo cual, si se repitiesen las circunstancias de entonces, volvería a actuar del mismo modo, pero "con más sabiduría".

Tales afirmaciones están contenidas en una carta titulada "Mensaje a mis compatriotas". El documento póstumo está dirigido a los directivos de la fundación que lleva su nombre y Pinochet hace un repaso al periodo que va de 1973 a 1990. Los responsables de esa fundación decidieron hacerla pública por constituir, a su juicio, "un mensaje de unidad hacia los chilenos", y por su valor histórico.

El mensaje está dirigido a los chilenos "sin excepción" y Pinochet expresa su deseo de que fuera difundido tras su muerte, el 10 de diciembre.

"Quiero despedirme de ustedes con mucho cariño. Entiendo que esto parecerá incomprensible para muchísimos, pero es así. En mi corazón no he dejado lugar para el odio", afirma. "Amo a la Patria; amo a todos ustedes. Por amor se pueden hacer muchas cosas buenas y muchas malas. Acertadas y erróneas. Nunca imaginé entrar en la historia de mi país, pero así ocurrió", sostiene.