El nivel de ambición del plan energético de la Unión Europea (UE) para frenar el cambio climático divide a sus 27 estados miembros en vísperas de la crucial cumbre que debe adoptarlo.

El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE no logró ayer acercar las posturas sobre la cuestión central de la obligatoriedad de obtener el 20% de la energía de fuentes renovables en el 2020 para reducir de forma efectiva las emisiones de dióxido de carbono, principal responsable del calentamiento del planeta. La presidencia alemana de la UE confía en lograr un compromiso durante la cumbre que comenzará el próximo jueves en Bruselas, a pesar de la oposición de Francia y de la mayoría de los países del Este.

El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Franz-Walter Steinmeier, defendió establecer un carácter obligatorio al objetivo de obtener el 20% de la energía de fuentes renovables, mientras que la mitad de los países prefieren que el objetivo tenga un carácter indicativo. Actualmente, solo el 7% de la energía consumida en la UE procede de fuentes renovables.

Apoyo español España respaldó a la presidencia alemana durante los debates, al igual que Suecia y Dinamarca. Portugal, Italia y Austria también apoyan la propuesta, mientras que Gran Bretaña anunció en el Consejo de Ministros que puede respaldar la iniciativa bajo ciertas clarificaciones. La obligatoriedad en el porcentaje de energía renovable es fundamental para que sea creíble el compromiso de la UE de reducir unilateralmente en un 20% sus emisiones de gases de aquí al 2020 respecto a los niveles de 1990 que aprobará la cumbre, destacó el secretario de Estado español de Asuntos Europeos, Alberto Navarro.

Por el contrario, Francia, Polonia, Letonia, Eslovaquia, República Checa, Grecia, Rumanía y Finlandia expresaron durante la reunión su oposición a transformar ese objetivo en obligatorio. Los países, como Francia y Finlandia, con una elevada inversión en energía nuclear, no quieren asumir compromisos de inversión adicionales en otras fuentes energéticas, mientras que los países del Este desean evitar cualquier obligación que puedan obstaculizar su desarrollo económico.

Francia argumentó que "las energías renovables son solo un medio entre otros", como la energía nuclear, para reducir las emisiones de dióxido de carbono. Francia, principal productor europeo de esta energía, propuso que se fije un objetivo general obligatorio de uso de energías que no contienen carbono para poder incluir dentro del mismo la energía nuclear.