El Gobierno israelí ha preparado un plan urbanístico para alterar la demografía de Jerusalén y hacer inviable una futura división de la ciudad que se disputan israelís y palestinos, según desvela el diario israelí Haaretz apoyándose en la información obtenida por la oenegé Ir Amin (Una ciudad para dos pueblos). El proyecto consistiría en rodear la Ciudad Vieja con nueve parques arqueológicos, senderos y lugares de interés turístico que se construirían en zonas donde vive población en su mayoría palestina.

En zonas como Silwan el plan ya está en marcha. En este barrio, pegado a las murallas, la municipalidad ha ordenado la demolición de 88 viviendas donde residen unas 1.500 personas para dejar espacio a la expansión de un parque arqueológico gestionado por una organización de colonos de extrema derecha. No son las únicas órdenes de demolición pendientes. La ONU advertía hace unos días de que 60.000 palestinos de Jerusalén Este podrían quedarse sin casa si la municipalidad cumple con los expedientes de derribo.

Según el diario Haaretz , el plan responde a una iniciativa del Gobierno de Binyamin Netanyahu y de organizaciones de colonos, y su aplicación ha sido asignada a la Autoridad para el Desarrollo de Jerusalén.

Es difícil dudar de la verosimilitud de la información presentada por Haaretz . Tanto Netanyahu como el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, se oponen a compartir la capitalidad de Jerusalén con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y ambos han declarado su intención de fomentar la colonización judía del este de la ciudad. El primer ministro tampoco considera negociable la devolución del Golán sirio.