El debate político previo a las elecciones del 5 de mayo en el Reino Unido, sigue subiendo en intensidad mientras los conservadores aumentan día a día el contenido populista de su campaña. Esta vez le ha tocado el turno a los gitanos. El líder del Partido Conservador, Michael Howard, anunció ayer su intención de aplicar una política de mano dura contra los campamentos nómadas ilegales si gana las elecciones. El plan de los tories consiste en dar mayores competencias a los ayuntamientos y convertir en delito criminal --y no civil, como hasta ahora-- los asentamientos en zonas no autorizadas.

Howard insiste en que su propuesta no es racista: "Se trata de sentido común". El Gobierno y otros partidos de la oposición acusaron a los conservadores de electoralistas. "Lo que Howard propone es lo que propusieron los nazis antes de llevarnos a los campos de concentración", reaccionó el líder gitano, Charles Smith.