TRAS EL ESCANDALO desencadenado por la Hacienda británica al perder datos confidenciales de 25 millones de ciudadanos, expertos en seguridad informática pidieron ayer al Gobierno de Gordon Brown un cambio urgente de la ley. La actual norma no obliga a informar a autoridades y afectados en caso de pérdida. Brown ordenó ayer revisar los sistemas de seguridad.