Las autoridades alemanas buscan a unas diez personas sospechosas de colaborar en distinto grado con los tres presuntos terroristas detenidos en este país cuando pretendían preparar atentados devastadores con mas de 700 kilogramos de material para fabricar explosivos. "Esa es la cifra, mas o menos", dijo hoy el secretario de estado en el ministerio germano del Interior, August Henning, en declaraciones a la televisión pública alemana ARD, en las que comentó que los islamistas buscados se pueden encontrar aun "en Alemania, pero también en el extranjero".

Tras explicar que la decena de sospechosos que se desea detener son de nacionalidad alemana, turca y de otros países, Henning aseguró que la célula terrorista desarticulada ha dejado de suponer un peligro para la población. Sin embargo advirtió de que entre los islamistas radicales "existe la misión de cometer atentados en Alemania, misión que nos preocupa". Asimismo subrayó que las detenciones practicadas confirman los peligros que parten de internet, medio a través del cual "se dicta doctrina y comunican entre sí".

La captura de los tres activistas de la Unión para la Yihad Islámica, dos alemanes conversos y un turco, ha reavivado en Alemania la discusión sobre la reforma de la ley para que sean posibles los llamados registros "on line" de ordenadores. El ministro federal del Interior, Wolfgang Schäuble, defiende esa medida "en casos excepcionales bien justificados" para introducirse a través de la red en los ordenadores de personas sospechosas de actividades terroristas.

Por su parte, el presidente de la Oficina Federal de lo Criminal (BKA), Jörg Ziercke, hizo un llamamiento para que, pese al éxito que han supuesto las detenciones del comando islamista radical "no descansemos y continuemos vigilantes". El máximo responsable policial de la lucha antiterrorista dijo hoy en declaraciones televisivas que la situación de peligro inminente se ha roto en este caso concreto, pero se refirió a la necesidad de acercarse más a los ambientes islamistas en Alemania y "buscar el diálogo con la comunidad musulmana".

En cuanto a la detención de los tres presuntos terroristas, Ziercke se refirió a la preparación de "un plan maquiavélico" por parte del comando, que se alimentaba de "un increíble odio hacia los norteamericanos". El jefe de la BKA insistió en que "no ha habido un peligro concreto para los aeropuertos, aunque las intenciones (de los terroristas) apuntaban en esa dirección".