La policía antidisturbios rusa detuvo ayer, según la oposición liberal al Kremlin, a más de un centenar de personas que pretendían participar en una marcha de protesta contra el régimen del presidente ruso, Vladimir Putin, organizada en la ciudad de Nizhni Novgorod, a unos 400 kilómetros al este de Moscú.

Los activistas, que protestaban contra las reformas de viviendas y de seguridad social, también acusaron a las autoridades de sofocar la libertad de expresión, así como de impedir que los disidentes participen en las elecciones parlamentarias y las presidenciales del 2008. La marcha, en la que participaron cerca de 1.000 personas, fue aplastada a golpes sin que apenas comenzara. A los manifestantes que prestaron resistencia los llevaron a autobuses, mientras la policía dispersó a los demás y cercó la plaza central de la ciudad para impedir que los activistas regresaran.

MARCHA DE LOS DISIDENTES La manifestación de ayer, bautizada como Marcha de los Disidentes, fue organizada por la principal fuerza de la oposición, el Frente Civil Unido, cuyo líder es el excampeón del mundo de ajedrez Gari Kaspárov. Más de 10.000 militantes de la oposición y activistas de derechos humanos participaron en las dos anteriores marchas, celebradas en Moscú y San Petersburgo, donde la policía no pudo impedir las protestas.