La policía sueca decidió adelantarse ayer y no esperar hasta mañana para poner en libertad por falta de pruebas a Per Olof Svensson, más conocido como Nazi Per (Pepe el nazi), el único sospechoso detenido por el asesinato de la ministra de Exteriores Anna Lindh, el 10 de septiembre. Paralelamente, ayer se anunció la detención de un delincuente habitual como sospechoso del magnicidio.

La fiscalía y la policía tenían que presentar mañana a Svensson ante la justicia con indicios razonables que pudieran relacionarle con la autoría de los hechos. Pero, como ya indicó el abogado del detenido hace unos días, "la policía no tiene nada que relacione a mi cliente con el delito cometido".

CRITICAS A LAS AUTORIDADES

Mientras arrecian las críticas ante la demostrada ineficacia de la policía para resolver el caso, la fiscal del Estado, Agneta Blidberg, comunicó la detención de un sospechoso de 25 años. Este detenido, al igual que Svensson, tiene un gran historial de antecedentes criminales. El hombre no puso resistencia a la policía, que lo acusó con "razonables sospechas".

Según la policía, este hombre es "casi idéntico" al individuo que aparece en las imágenes tomadas por las cámaras de vigilancia de los almacenes NK, donde fue agredida la ministra. Esto mismo ya se dijo de Svensson, que ayer fue liberado. El escepticismo de los suecos ante las informaciones sobre el asesinato de Lindh es total. Ahora esperan que la policía tenga las pruebas suficientes para demostrar la vinculación del nuevo sospechoso con el crimen.

Según varias filtraciones, la policía buscaba desde hace dos días a un posible compañero de Svensson, que puede ser el nuevo detenido. Según testigos, los dos fueron vistos juntos cerca del lugar del crimen y con ropas muy similares. A tenor de estas informaciones, se ha disparado la hipótesis de que el asesinato de la ministra fuera planeado por ambos. La sombra de las organizaciones nazis reaparece en muchas de las especulaciones.

Ahora se ha sabido que el asesino de la ministra de Exteriores sabía muy bien lo que hacía y que hasta le habló. "Te voy a dar, diabla", aseguran que dijo el asesino antes de apuñalar a Lindh en los grandes almacenes de Estocolmo. Los mismos testigos afirmaron que el asesino, después de ensañarse con la política, se quedó un par de segundos parado y contemplando el resultado de su agresión. Con desprecio, le dijo a su víctima: "Ya tienes lo que te mereces, traidora".

DAÑOS Y PERJUICIOS

Por lo pronto, Svensson tendrá derecho a una indemnización tras ser puesto en libertad sin cargo alguno tras una semana de detención. En estos casos se puede llegar a cobrar alrededor de 650 euros (unas 108.151 pesetas).

La cantidad puede se considerablemente superior si este hombre decide demandar al Estado por daños y perjuicios. "La acusación de asesinato es muy grave y, teniendo en cuenta las circunstancias, la cantidad puede subir sensiblemente", declaró a una emisora de radio Stefan Nymann, un experto jurista. Los que se han puesto a hacer cuentas calculan que Svesson puede llegar a recibir unos 65.000 euros (casi 11 millones de pesetas).

En Suecia hay precedentes de indemnizaciones por fallos judiciales o policiales. Es el caso de Joy Rahman, que pasó ocho años encarcelado por un delito de asesinato que no cometió. Rahman recibió una compensación de 940.000 euros (156 millones de pesetas), pero reclama otros 2,4 millones de euros (casi 400 millones de pesetas) por los daños morales que le ocasionaron.