Al menos un niño y un adulto murieron y 70 personas más resultaron heridas ayer en la capital de Azerbaiyán, Bakú, a causa de un violento enfrentamiento entre policías antidisturbios y seguidores del partido nacionalista opositor Musavat, que intentó invalidar los resultados de las elecciones presidenciales del miércoles. Los resultados dieron la victoria al actual primer ministro, Ilham Aliev, de 42 años, quien obtuvo cerca del 80% de los votos.

Sin embargo, el principal candidato de la oposición, Isa Gambar, y sus aliados acusaron a las autoridades de haber preparado un fraude masivo para asegurar la victoria del hijo del jefe del Estado saliente, Heidar Aliev, quien ha gobernado Azerbaiyán durante casi 30 años. La víspera de la votación, los dirigentes de Musavat advirtieron de que, en caso de fraude, el pueblo tenía el "legítimo derecho a la insurrección".

Más de 5.000 manifestantes se congregaron en la plaza de la Libertad después de que Gambar proclamó su victoria. Durante su marcha por las calles de Bakú, los militantes de Musavat, armados con palos de madera, rompieron cristales de comercios, incendiaron coches e invadieron edificios. La respuesta policial fue dura.

El Ministerio de Interior movilizó a más de 7.000 efectivos policiales para contener a los manifestantes. Varios canales de televisión rusos ofrecieron ayer imágenes de decenas de personas heridas en el suelo, así como de manifestantes perseguidos por las fuerzas antidisturbios.