Katia da Silva Sastre, de 42 años, estaba el pasado sábado a las puertas del colegio Ferreira Master de Suzano (en el estado brasileño de Sâo Paulo) con su hija de 7 años. Eran las 8 de la mañana, aproximadamente. Ambas se encontraban esperando, junto a decenas de familias más, a que abrieran las puertas del centro escolar para celebrar una fiesta con motivo del Día de la madre, que en Brasil se festejó este domingo.

De repente, y según captan las cámaras de seguridad de la zona, un joven vestido con sudadera negra se acerca al grupo de madres y niños blandiendo una pistola con intención de robarles.

Sastre, que además de madre es una policía con 20 años de experiencia, extrae rápida el arma de su bolso y, sin pensárselo dos veces, dispara contra el chico, más tarde identificado como Elivelton Neves Moreira, de 21 años.

La agente, que se encontraba fuera de servicio, disparó hasta tres veces al pecho del presunto ladrón, que falleció al poco de llegar al hospital al que fue trasladado. Unas horas más tarde se supo que la agente Sastre pertenecía al cuarto batallón de Acciones Especiales de la Policía en Sâo Paulo.