En una nueva muestra de la voluntad de las autoridades de Serbia de luchar implacablemente contra la mafia, la policía comenzó ayer a derribar una casa considerada el baluarte del clan de Zemun, principal sospechoso del asesinato del primer ministro, Zoran Djindjic. El enorme y lujoso edificio de cuatro pisos era propiedad de uno de los cabecillas del clan, Dusan Spasojevic, alias Siptar , y estaba situado en Zemun (periferia de Belgrado) de donde el clan recibe su nombre. Siptar se encuentra huido. Dos excavadoras comenzaron a derrumbar el edificio entre los aplausos de cientos de personas. Las autoridades argumentaron que la casa había sido construida sin permiso.

Por otra parte, médicos forenses precisaron ayer que Djindjic murió de un sola bala --disparada con un fusil de mira telescópica-- que le impactó en el corazón.