Un grupo de 30 miembros de las fuerzas de seguridad palestinas, temerosos de ser despedidos cuando Hamás asuma el poder, tomaron ayer la sede del Parlamento en Gaza. El viernes y el sábado también se registraron enfrentamientos entre militantes del gubernamental Al Fatá, que pedían la dimisión de la vieja guardia del movimiento por su responsabilidad en la derrota electoral, y las fuerzas del orden.

Por otra parte, milicianos hirieron a Jaled Abú Anza, líder de las milicias Zedín al Qasam, brazo armado de Hamás. Algunas fuentes apuntan a que el suceso responde a una disputa familiar. Otras culparon a Al Fatá.