Ninguno de los policías británicos que acabaron con la vida del brasileño Jean-Charles de Menezes en el metro de Londres será procesado. Tras 12 meses de investigación, la fiscalía general considera que "no existen pruebas suficientes" para llevar ante los tribunales a ninguno de los agentes involucrados en operación Kratos.

En sus conclusiones, presentadas ayer, la fiscalía solo recomienda que la Policía Metropolitana sea inculpada y multada por infringir la legislación de Salud y Seguridad al no garantizar la protección del joven brasileño. La familia del electricista, que murió de siete disparos en la cabeza, calificó el veredicto de "ridículo" e "increíble".

"Los dos agentes que hicieron los fatales disparos obraron así porque pensaron que Menezes había sido identificado como un terrorista suicida, y creyeron que si no le disparaban, habría hecho volar el tren", señala la fiscalía.

Algunas filtraciones del informe sugieren que la muerte de Menezes se hubiera podido evitar si dentro del metro hubieran funcionado las comunicaciones. La fiscalía admitió ayer que hubo "fallos en las comunicaciones y en la forma de planear la operación" policial, pero sin entrar en más detalles.