El Frente Polisario se debatía anoche entre volver a tomar las armas o mantenerse en el camino de las estancadas negociaciones bajo los auspicios de la ONU para resolver el futuro del Sáhara Occidental. Los 1.800 congresistas reunidos desde el viernes en Tifariti se enfrentaban a una dura votación que pone de manifiesto el hartazgo saharaui ante un conflicto enquistado. "Estamos dispuestos a rearmarnos y a romper las relaciones con la ONU si Marruecos no acepta nuestro referendo de autodeterminación", decía ayer Mohamed Hadad.

Una segunda votación era esperada anoche en Tifariti, a propuesta del presidente de la República Arabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz: "Pido alternancia a la cabeza del movimiento, que se otorgue solo un mandato al secretario general y que se abra la dirección a las mujeres".