Polonia ha votado por el inicio de una nueva etapa. Bronislaw Komorowski será el nuevo presidente del país después de vencer a su rival, el ultraconservador Jaroslaw Kaczynski, en la ajustada segunda vuelta que se celebró ayer en el país. El 53% de los polacos que acudieron ayer a las urnas votaron por el candidato de Plataforma Cívica, frente al 47% que optó por Kaczynski, el exprimer ministro y hermano gemelo del presidente fallecido en un accidente aéreo el pasado 10 de abril, Lech Kaczynski.Aunque mucho más ajustada de lo que se esperaba al comienzo de la campaña, la victoria de Komorowski es todo un triunfo para el partido liberal que ya gobierna con Donal Tusk como primer ministro y que ahora podrá sacar adelante sin obstáculos las reformas estructurales en las que lleva trabajando desde que llegó al Ejecutivo en 2007. Las elecciones de ayer ponen además el fin definitivo a la que será recordada como era Kaczynski y que comenzó hace ahora un lustro con la llegada del fallecido Lech al poder y que pasó su fase más radical cuando los dos gemelos gobernaron juntos como presidente y primer ministro entre el 2006 y el 2007.Jaroslaw Kaczynski no quiso esperar ayer para reconocer su derrota. "Felicito a Komorowski", dijo el presidente del partido Ley y Justicia poco después de conocer los resultados de las encuestas a pie de urna. Jaroslaw se emocionó al recordar a su hermano fallecido y lamentó no haber podido continuar la que denomina "su misión".AUMENTO DE VOTANTES "La principal ganadora de hoy es la democracia polaca", decía ayer un feliz aunque reservado Komorowski tras conocer los primeros resultados que le daban la victoria. La frase del nuevo presidente --que ejerce como jefe de Estado interino desde el accidente-- se refería ante todo a la participación electoral, que por primera vez en mucho tiempo superó el 55% pero tiene además una inevitable segunda lectura. Y es que la cruzada católico-patriótica de los Kaczynski no sólo provocó numerosos conflictos internos en el país sino que estuvo a punto de dejarlo aislado del exterior por el marcado antieuropeísmo de los hermanos y las malas relaciones con Rusia.LAS ESTRATEGIAS El primer paso de Komorowski, ya iniciado por los suyos en el gobierno, es intensificar el acercamiento a Europa y, en especial, a la eurozona. Para los liberales la adopción del euro siempre ha sido una prioridad y se espera que marquen cuanto antes la hoja de ruta para introducir la moneda europea entre el 2014 y el 2015. En el plano interior se espera que los liberales aprovechen el plazo que tienen antes de las próximas legislativas del 2011 para sacar adelante las reformas señaladas, entre ellas algunas que preocupaban a sus contrarios y que afectan a la sanidad, las pensiones o el sistema fiscal de los campesinos.Lo que también entra en sus planes es seguir con las políticas de privatizaciones masivas de otro tipo de empresas estatales --que hasta hace poco constituían el 20% de la economía-- y en las que muchos ven la razón de que Polonia haya resistido la crisis sin entrar en recesión.