Los habitantes de Beslán acusaban ayer abiertamente a las autoridades locales, a policías y a militares, de haber gestionado mal la toma de rehenes en la escuela y de haber provocado un baño de sangre, pero disculpaban al presidente Vladimir Putin, "ajeno a este asunto", que, según ellos, se debe solucionar entre caucasianos.

"El responsable es el presidente osetio y debe pagar por lo que ha hecho", afirma Timur, un joven de 30 años. "Durante tres días, los terroristas le han pedido que venga y se ha desentendido. Fue elegido para ejercer sus responsabilidades", añade.

La corrupción

A su lado, un señor mayor que lleva dignamente un sombrero de fieltro se muestra de acuerdo. "Son los militares, los policías, los spetsnaz fuerzas especiales , toda esta pandilla corrupta, incapaz de luchar, los que han matado a nuestros hijos", afirma mientras contempla con el semblante grave las paredes del gimnasio acribilladas por las balas.

Ayer por la mañana, las familias de las víctimas estaban todavía concentradas ante la sala de fiestas de Beslán, epicentro de la vida de los allegados a los rehenes mientras esperaban un desenlace del secuestro.

Abucheos e insultos

A cada intervención de un responsable osetio, la multitud se acerca e increpa al orador. "Desde el principio han estado mintiendo. ¿Por qué les hemos de creer ahora?", grita llorando una mujer. Los hombres lanzan insultos. "Se trataba de nuestros hijos, ¿por qué no había nada preparado?, ¿dónde estaban las ambulancias prometidas?", grita alguien entre la multitud.

En realidad, el portavoz del Gobierno osetio, Lev Dzugaiev, ha venido para hablar a los periodistas, pero debe dar largas explicaciones sobre la actuación de la célula de crisis. "Quiero hablar con usted cara a cara", suelta una mujer, que añade: "Sus ministros deben pagar por la muerte de mi hijo". Otra le pregunta si es verdad que "fueron los ingushetios que repararon la escuela antes del inicio del curso", los que colocaron los explosivos.

Cada uno de los presentes tiene su pequeña idea sobre las circunstancias que desencadenaron el asalto. Para un antiguo militar que está apoyado a un árbol frente a la escuela, "los helicópteros dispararon por error sobre el techo de la escuela, que se vino abajo. Dentro, los cuerpos quedaron carbonizados", sostiene, antes de añadir que "no es normal que los habitantes estuvieran delante de las fuerzas especiales en el momento del ataque". "Cuando vimos a los primeros rehenes salir, fuimos con nuestras armas. No lo podíamos dejar pasar. Había que ir rápido para salvar a nuestros hijos", añade este exmilitar.

Confusión

Mira tiene otra versión de los hechos. "Mi vecina fue testigo del ataque. Después de las explosiones, los terroristas empezaron a disparar sobre los niños. Es por eso que nuestros hombres iniciaron el asalto. Los militares rusos llegaron más tarde. No se sabía quién disparaba sobre quién".

La visita nocturna de Putin a los heridos ha dejado indiferente a un gran número de habitantes de Beslán, lo mismo que que su intervención solemne televisada ayer por la tarde. "El Kremlin no tiene nada que hacer aquí. Putin no controla nada aquí. ¿Qué queréis que haga?", se pregunta Artium, haciendo rodar entre sus dedos un casquillo de bala recuperado entre los bajos de un edificio que resultó muy dañado por las seis horas de enfrentamientos.

"Más que nunca, se trata de un asunto caucasiano. Hay que hacer cualquier cosa, primero construir un muro para proteger a los osetios de los chechenos y de los ingushetios. Luego tendremos que hacer pagar a esos cabrones de terroristas", añade Artium.