Miles de personas están atrapadas bajo los escombros de las casas de Haití, un país devastado por un terremoto de 7 grados en la escala de Richter que también se ha notado con intensidad en gran parte de la vecina República Dominicana. Nadie se atreve a cuantificar la cantidad de víctimas mortales, según ha declarado a EL PERIÓDICO el director regional para Centroamérica y Caribe de la oenegé Intermón Oxfam, Miguel Ángel Herrero. Kristie van de Wetering, trabajadora de la organización en la capital de país, Puerto Príncipe, ha explicado que "la situación es caótica. Podemos oír a la gente pidiendo ayuda desde todos los lados". Todo está lleno de escombros.

Algunos edificios, entre ellos un hospital infantil, la catedral, el palacio presidencial y la sede de la ONU, se han desplomado o han sufrido graves daños, según algunas informaciones. Trinité, el único centro que ofrece atención quirúrgica gratuita en Haití, ha quedado gravemente afectado, según ha informado la organización humanitaria Médicos sin Frontera (MSF), que gestiona ese servicio.

La embajada española también ha resultado afectada y el embajador Juan F. Trigo, ha resultado herido en un brazo. Una mujer segoviana de 53 años, Pilar Juárez Boal, se encuentra en paradero desconocido. La mujer es funcionaria de la Unión Europea y está en el Caribe en una misión de la ONU. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha afirmado hoy que aún no se dispone de datos "fiables" para descartar que haya habido víctimas entre las 109 personas que integran la colonia española en el país.

Centro arrasado

Las organizaciones humanitarias que trabajan en Puerto Príncipe están bloqueadas. Algunos cooperantes están muertos o están desaparecidos y las instalaciones de las oenegés han sufrido graves desperfectos en sus instalaciones.

El epicentro del seísmo, a 10 kilómetros de profundidad, se ha situado a tan solo 15 kilómetros de la capital, Puerto Príncipe. "El centro de Puerto Príncipe está arrastado", ha manifestado Herrero. En la ciudad no hay luz, no circulan coches ya que las calles están cubiertas de escombros. "Tan solo se mueven las motocicletas", según las organizaciones humanitarias.

Una nube de polvo cubre la ciudad. No funcionan los teléfonos: ni los fijos ni los móviles. Intermón no puede acceder a los teléfonos por vía satélite que tenía en sus dos sedes, ya que un edificio se ha desplomado y otro está "gravemente afectado".

Cuarenta réplicas

Miles de personas vagan a pie por las calles de la capital. La gente está aterrada porque ya se han producido 39 réplicas mayores, según la geofísica del Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS), Carrie Ann Bedwell. Las sacudidas pueden continuar "durante unos días más", según este organismo, lo que dificultará las labores de rescate.

Los supervivientes han huído de las paupérrimas viviendas que han quedado en pie, debido al pánico ante nuevos seísmos.

La mayoría ha pasado la noche al raso y tratando de consolarse los unos a los otros. "En medio de gritos y llantos, la gente está pasando la noche al raso", ha relatado el jefe de la Delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja en Haití, Ricardo Conti.

"Lo que se escucha por las calles son las oraciones de agradecimiento de los que han sobrevivido", ha relatado. Según Conti, "el seísmo ha tenido un impacto enorme en la población que todavía sufría los efectos de otros desastres recientes".

Ayuda humanitaria

Médicos sin Fronteras ha informado que algunos de sus empleados así como pacientes que atendían en su hospital han resultado heridos por el seísmo y sus infraestructuras sufrieron daños.

Según fuentes diplomáticas "el país había quedado literalmente destrozado". El embajador de Haití en EEUU, Raymond Joseph, ha reconocido que se trata de una catástrofe de grandes dimensiones. La comunidad internacional ha comenzado a movilizarse para enviar ayuda debido a la magnitud de la tragedia y los primeros aviones ya han partido hacia la zona.

España, como país que preside la Unión Europea, va a coordinar toda la ayuda humanitaria europea destinada a los damnificados por el seísmo, según ha informado la Secretaría de Estado de Cooperación. La ayuda humanitaria se enviará desde la Base Logística que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) posee en Panamá.