Una nueva tormenta política amenazó ayer al Gobierno británico de Tony Blair después de que uno de sus portavoces se atreviese a calificar de "fantasioso" al científico David Kelly, cuyos funerales tienen lugar hoy en Oxfordshire, cerca del lugar donde fue hallado su cadáver. Kelly presuntamente se suicidó después de que se le señalara como la fuente de la BBC en las informaciones que denunciaron las exageraciones cometidas en los dosieres sobre las supuestas armas de destrucción masiva de Sadam Husein que justificaron la guerra de Irak.

Tras las críticas de la oposición y de algunos amigos y compañeros del científico fallecido, Downing Street se desvinculó rápidamente de estas acusaciones en contra del experto e insistió en que la estrategia del Gobierno ante la investigación del caso no incluirá ningún intento de desacreditar a Kelly.

Pero uno de los dos portavoces de Blair, Tom Kelly, reconoció más tarde que, en una supuesta conversación off the record con periodistas, comparó al experto en armamento fallecido con Walter Mitty (un personaje literario muy fantasioso y con delirios de grandeza). Según el diario The Independent , el portavoz afirmó que Kelly engañó al periodista de la BBC Andrew Gilligan al contarle que un informe utilizado para justificar la guerra contra Sadam fue "maquillado" por el Gobierno. Según esta fuente, Kelly contó más de lo que sabía porque era un "fantasioso".

DISCULPAS ANTE LA FAMILIA

Tras la tormenta y en un clima de enrarecida crisis política, el portavoz de Blair pidió ayer disculpas a la familia del científico fallecido y explicó que sus palabras fueron sacadas de contexto.

La polémica volvió a poner en entredicho la estrategia mediática del Gobierno, ya que muchos interpretaron el comentario de Kelly como una maniobra de Downing Street para desprestigiar al científico, cuyo cadáver fue encontrado cerca de su casa el pasado 18 de julio. Amigos de Kelly y políticos de todos los partidos criticaron ayer duramente al portavoz gubernamental.

LAS CRITICAS

Una de las críticas más duras provino de la actriz y parlamentaria laborista Glenda Jackson, que calificó el comentario de "obsceno" y pidió su despido inmediato. Jackson, que pertenece al sector izquierdista del laborismo, también llamó al Ejecutivo a abandonar este tipo de "tácticas de difamación" que, en momentos como estos, consideró como "despreciables". Para la exministra, son "incalificables" los miembros del Gobierno que intentan hundir la reputación de un hombre que acaba de perder la vida.

A su funeral no asistirán ni el primer ministro, que se encuentra de vacaciones con su familia en las Barbados, ni el titular de Defensa, Geoff Hoon, ampliamente criticado por su ausencia debido a su estancia de descanso vacacional en Estados Unidos. Así, el Gabinete laborista está representado por el viceprimer ministro, John Prescott.

CONFIANZA A LA BAJA

La confianza de los británicos en su primer ministro ha disminuido en los últimos meses, así como la intención de voto al Partido Laborista, según una encuesta publicada ayer por el prestigioso diario londinense The Times . Más de la mitad de los encuestados (52%) se fía del primer ministro muy poco o casi nada. Y tan sólo el 14% confía totalmente en Tony Blair.

La encuesta refleja el daño que está sufriendo la imagen de los laboristas y el primer ministro como consecuencia del caso Kelly y de la guerra de Irak. La valoración como líder de Blair ha caído de un 5,75 sobre 10, que le otorgaban las encuestas en mayo, a un 4,92.

El sondeo revela también que la intención de voto del Partido Laborista ha descendido en un 2% durante el último mes y se sitúa en el 34%.